domingo, 9 de enero de 2011

Advertencia



Está todo dicho, todo hecho. Los tópicos se reivindican, la evocación romántica disfruta de una hegemonía construida sobre todos esos montones de nubes algodonosas, noches estrelladas, puestas de sol y flores bañadas de rocío matinal. La cultura, las culturas, recopilación infinitesimal de todo lo que el hombre ha hecho a lo largo de su historia, sin discriminar por trascendencia; un ranking mutante gobernado por modas prefabricadas, diseñadas para que no se detenga la producción en la carrera del hombre por acabar con el hombre. Todo lo discutido y discutible, lo omitido, lo sentido y el sinsentido. La oferta y la demanda de lo gratuito. Y la estrategia biológica del amor y sus armas químicas de destrucción masiva.
Está todo dicho, todo hecho. Sea cual sea la razón, todos los desvíos son calles ciegas. Ciego el callejón de la bohemia, ciegos todos los carriles de la avenida de la objetividad científica. No existe río mas caudaloso y yo soy un insecto que se conforma con no terminar ahogado. Así que, llegado a este punto e ignorando la claridad del mensaje por otra parte jamás pretendida, mea culpa, declaro que no consideraré una derrota ser incapaz de evitar volver a todo lo que ya se ha dicho, que ya se ha hecho, sobre lo que es estar tirado en la cama pensando en ella.