lunes, 12 de julio de 2010

Una frase hecha




-Soñar con angelitos no es precisamente mi idea de pasar una buena noche. Me imagino rodeado de mocosos regordetes, dotados de esas ridículas alitas típicas de la imaginería barroca revoloteando por ahí. Y sus pequeñas arpas de baratillo en un perpetuo incordio a modo de banda sonora, pianissimo. O tal vez sean angelitos en un sentido más terrenal: esos mismos niños, sin alas, con las mismas aburridas buenas intenciones, su empalagosa inocencia y sus preguntas estúpidas. Si por lo menos fuesen diablillos podría pasar una entretenida noche repartiendo collejas, esquivando mordiscos, decomisando tridentes. Pero no, son edulcorados angelitos con los que pretende la gente que sueñe, y yo realmente no se si me lo desean de buena fe o es que tengo mas enemigos de los que yo pensaba.
-Era una frase hecha, hijo. Buenas noches.
-De acuerdo, mamá. Buenas noches. Sueña con los angelitos.
-En serio, hijo; vete a la mierda.

6 comentarios:

  1. eres mágico escribiendo, me ha encantado descubrir tu blog.

    ResponderEliminar
  2. Qué maravilla descubrir este rincón. Me pasaré por aquí de vez en cuando, realmente es cierto que tienes magia en las palabras :)

    ResponderEliminar
  3. No sé si quiero saber lo que me dirías ante lo de contar ovejitas jjejeje :-)

    ResponderEliminar
  4. Sois muy amables, gracias. Duna, contar ovejas debe ser una tarea ciertamente soporifera aunque no me parece lo mas adecuado para los que intentan dormir para descansar del trabajo, sea cual sea.

    ResponderEliminar
  5. jajajaja me ha encantado, nunca lo habría pensado pero es más lógico lo que tú dices. ¡Qué horror! Creo que no volveré a desear las buenas noches diciendo ¡qué sueñes con los angelitos!

    ResponderEliminar

Te escucho...